VIOLENCIA EN LA TELEVISIÓN Y SU IMPACTO EN LOS NIÑOS
Lamentablemente,
hoy en día, abundan programas de televisión con gran contenido violento. Pero,
¿la violencia en la televisión puede afectar a los niños? La respuesta es SÍ!.
Según los datos del Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos,
la violencia expuesta en la televisión puede conducir a los niños a desarrollar
conductas agresivas. Y no solo hablamos de noticieros y películas, sino también
de dibujos animados, donde la violencia es muy frecuente.
Los efectos
negativos que puede producir la televisión en la formación del comportamiento
de los niños van a depender principalmente de la edad, además del tiempo que
permanece frente al aparato. Los padres
debemos evitar que la televisión cumpla el rol de educar a nuestros hijos, y
esto es precisamente lo que sucede cuando los dejamos demasiado tiempo frente
al televisor. Los niños pueden verse afectados inclusive cuando en su familia
no haya situaciones de violencia. Por eso, antes de poner a tu hijo frente al
televisor, considerá siempre que existen actividades mucho más provechosas para
su desarrollo, como jugar, cantar, leer, interactuar con sus amigos y familia.
Recordá que,
bien utilizada, la televisión puede servir para entretener, pero sólo durante
un tiempo determinado. Para que esto se dé, los padres deben saber acerca del
programa que el niño quiere ver, conocer su contenido y allí definir si es apropiado.
Resulta importante compartir con ustedes
este artículo publicado por la Academia Americana de Psiquiatría de la Niñez y
Adolescencia:
Los
Niños y la Violencia en la Televisión
Los niños
americanos miran televisión por un promedio de tres a cuatro horas diarias. La
televisión puede ser una influencia poderosa en el desarrollo de un sistema de
valores y en la formación del comportamiento. Desgraciadamente, una gran parte
de la programación actual es violenta. Cientos de estudios sobre los efectos de
la violencia en la televisión en los niños y los adolescentes han encontrado
que los niños pueden: volverse "inmunes" al horror de la violencia
gradualmente aceptar la violencia como un modo de resolver problemas, imitar la
violencia que observan en la televisión, identificarse con ciertos caracteres,
ya sean víctimas o agresores.
Los niños que se
exponen excesivamente a la violencia en la televisión tienden a ser más
agresivos. Algunas veces, el mirar un sólo programa violento puede aumentar la
agresividad. Los niños que miran espectáculos en los que la violencia es muy
realista, se repite con frecuencia o no recibe castigo, son los que más
tratarán de imitar lo que ven. Los niños con problemas emocionales, de
comportamiento, de aprendizaje o del control de sus impulsos puede que sean más
fácilmente influenciados por la violencia en la TV. El impacto de la violencia
en la televisión puede ser evidente de inmediato en el comportamiento del niño
o puede surgir años más tarde y la gente joven puede verse afectada aun cuando
la atmósfera familiar no muestre tendencias violentas.
Esto no indica
que la violencia en la televisión sea la única fuente de agresividad o de
comportamiento violento, pero es ciertamente un factor contribuyente
significativo.
Los padres
pueden proteger a los niños de la violencia excesiva en la televisión de la
siguiente manera:
- Prestándole atención a los programas que los niños ven en la televisión y mirando algunos con ellos.
- Estableciendo
límites a la cantidad de tiempo que pueden estar mirando televisión,
considerando quitar el televisor del cuarto del niño.
- Señalándoles
que, aunque el actor no se ha hecho daño ni se ha muerto, tal violencia en la
vida real resulta en dolor o en muerte.
- Negándose a
dejar que los niños miren programas que se sabe contienen violencia y cambiando
el canal o apagando la televisión cuando se presenta algo ofensivo,
explicándoles qué hay de malo en el programa.
- No dando su
aprobación a los episodios violentos frente a sus hijos, enfatizando la
creencia de que tal comportamiento no es la mejor manera de resolver un
problema.
- Contrarrestando
la presión que ejercen sus amigos y compañeros de clase, comunicándose con
otros padres y poniéndose de acuerdo para establecer reglas similares sobre la
cantidad de tiempo y el tipo de programa que los niños pueden mirar.
Los padres deben
también tomar ciertas medidas para prevenir los efectos dañinos de la
televisión en temas tales como los asuntos raciales y los estereotipos
sexuales. La cantidad de tiempo que los niños miran televisión, sin importar el
contenido, debe de ser moderada, ya que reduce el tiempo para que los niños
lleven a cabo otras actividades de mayor beneficio, tales como leer y jugar con
sus amigos, y desarrollar aficiones. Si los padres tienen dificultades serias
estableciendo límites, o mucha preocupación sobre cómo su niño está
reaccionando a la televisión, ellos deben de ponerse en contacto con un
especialista para una consulta y ayuda.
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