EDUCAR SIN CASTIGO
Castigar a un niño disminuye su capacidad y habilidad de amar Nadie está preparado para ser padres y, a pesar de las dificultades, educar a un niño o niña puede ser la tarea más gratificante del mundo. ¿Es posible criar a un niño o niña sin castigos? SÍ, definitivamente sí!. Castigar, gritar o golpear a un niño no construye su carácter, no le ayuda a recordar su falta, no le enseña disciplina, no le prepara para la vida, no reforma su culpa… Al contrario, el castigo enseña al niño que la violencia y la intimidación es la única forma para lograr el poder, el control y respeto, produce sentimientos de ira y resentimiento, lo convierte en un niño abusivo, hace que se sienta culpable y desvalorizado, impide que el niño pueda aceptar su responsabilidad, mata la espontaneidad, el humor, la buena voluntad y la alegría de la niñez, crea ansiedad y, lo más importante: Disminuye su capacidad y habilidad de amar. No privemos a nuestros hijos del derecho a una niñez feliz. Promovamos los valor